Escogimos esta vez para ir a cenar la Hostería de Adarzo. Era un viernes por la noche y el comedor estaba bien lleno a pesar de ser un restaurante algo alejado y que trabaja mucho más las comidas entre semana.


Como siempre el comedor bien bonito y elegante, todo decorado con madera y piedra con un toque rústico pero con clase.

La Hostería de Adarzo se caracteriza, por utilizar siempre unos géneros de fabulosa calidad.
Esta vez éramos dos personas y pedimos para cenar todo para compartir.


De primero un poco de foie casero con varias mermeladas, después un mil-hojas de rape y jamón Ibérico, muy rico, acabamos con un plato de rabo de toro desmigado con queso fundido de cabra.

No podíamos irnos sin probar los postres y pedimos una tarta de chocolate, que me recordó aquellas tartas que se hacían para las fiestas de cumpleaños.
 
 
 
 
 
 
Un barbadillo bien suave y fresco para acompañar la cena nos vino muy al pelo.

Pagamos unos 80 € por todo……….Opinar vosotros mismos.



Un saludo.