Nuestro amigo
"mundo mundo" se ha puesto en el cuerpo de un crítico gastronomito y nos ha dejado un comentario del último restaurante que ha visitado.
Por fin pudimos ir a Santillana y disfrutar con algo cocinado por otros.
Hay que darse prisa y aprovechar Las Jornadas del Botillo para ir cotillear el Parador de Santillana. A las dos entramos por el arco de la casona hasta un comedor vacío, llamándonos la atención el vestuario de las camareras (traje montañés). Una de las ventajas de comer pronto es poder elegir mesa; junto a la ventana que da al jardín. Enseguida empieza la comida:
Empiezas con una piruleta helada de botillo napada en chocolate y un chupito de sopa leonesa. La cosa pinta muy bien.
Pimientos bercianos con anchoas de Cantabria. Un plato sencillo, bien presentado y con un pero. Viniendo de Laredo notas que las anchoas eran un pelín bastas. Hechas artesanalmente, con buena pesca pero las manos no tenían la experiencia a la que estamos acostumbrados.
Botillo de Matanza. Perfecto. La ración exacta, de "un día es un día" y no para alguien que pretende quitar el hambre. Un poco de todo como dice el cartel, en un plato cómodo para trabajar con los cubiertos y con muy pocos huesos en el botillo.
Después del chute de colesterol un pudín llega al rescate. Frío, dulce, casero, con una fresa rellena de nata... Cierra la comida con una sensación de alivio.
Mientras esto ocurre, se va llenando el comedor sin que el ritmo de la comida decaiga. Las camareras son muy eficaces a pesar de la incomodidad del atuendo.
Café, chupito que no pedimos, variedad de pan, agua, un vino un tanto... ¿flojo? suma 28€ por persona. Si hiciesen jornadas de lo que sea en este plan es una muy buena opción para un sábado tonto sin nada que hacer.
Gracias por la crítica...............
Y ya sabéis todos, no dejéis de acercaros por Santillana.
Un Saludo……………y animaros a dejar criticas.
